Uno de ellos, el general Sabino Fernandez Campos, jefe de la casa real en aquellos días, parece que está escribiendo sus memorias, y entre ellas, su participación en aquellos hechos. Otra persona que lo vivió de cerca es Iñaki Anasagasti, que no destaca precisamente por sus simpatías monárquicas. Ambos (al parecer) se han tomado un café y el primero a facilitado al segundo parte de sus recuerdos de ese día. A Iñaki le ha faltado tiempo para publicarlo en su blog. Un parrafo:
"..me dirigí de nuevo al despacho de Su Majestad y cuando entré me llevé la sorpresa de la noche, qué digo, la sorpresa de mi vida. Porque allí se estaba brindando. Y eso me nubló la mente y me enfureció. Así que, y ya sin protocolos, me dirigí a Su Majestad y sin pensarlo le dije mirándole de frente:
-- ¡Señor!... ¿Está usted loco? Estamos al borde del precipicio y usted brindando con champán --y casi grité-- ¡Señor!, ¿no se da cuenta de que la Monarquía está en peligro? ¿No se da cuenta que puede ser el final de su reinado? ¡¡¡Recuerde lo que le pasó a su abuelo!!!
Entonces la cara del Rey cambió de color y vi como sus manos le empezaron a temblar y en voz casi inaudible mandó salir a los allí presentes, que de inmediato abandonaron el despacho. Todos, menos la Reina, que tenía cara de póquer.
Una vez solos Su Majestad se vino hacia mí, y tembloroso y casi llorando, me tomó de las manos y en tono suplicante me dijo:
-- ¡Sabino, por favor sálvame! ¡Sálvame, salva a la Monarquía, ahora mismo no sé lo que hago ni qué decir!.."
Si os interesa, aquí tenéis la entrada completa:
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