Vamos a ver si lo recuperamos.
El no poner los nombres de los contrayentes es para que no me lo borren por piratería, tontería, guarrería u otra cosa similar.
Cuando llegamos al caracol aquí en La Realidad, sin que nadie nos lo dijera empezamos a hablar en susurros.
Quedo hablaba nuestro dolor, quedito nuestra rabia. (Subcomandante Marcos)
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