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Creo que he encontrado mi auténtica vocación: crítica de cine de oído. Me encanta ver películas con los ojos de terceros, criticando lo que no sé, sacando conclusiones vanas, prejuiciosas e infundadas. Vamos, como muchos críticos. Y yo no voy a ser menos, ¡faltaría más!
Como no tengo un euro, ya hace meses que no voy al cine y me conformo con lo que mis amigos me cuentan… Y lo mejor que he oído últimamente es “La piel que habito” de Almodóvar.
Hace ya mucho tiempo (desde “Mujeres”) que no siento nada con su cine, y eso que fue mi ídolo de juventud como para la mayoría de las mujeres de mi generación, las que a finales de los 80 soñábamos con ser libertarias y caminar por el lado salvaje de la vida.
Hace ya mucho tiempo (desde “Mujeres”) que no siento nada con su cine, y eso que fue mi ídolo de juventud como para la mayoría de las mujeres de mi generación, las que a finales de los 80 soñábamos con ser libertarias y caminar por el lado salvaje de la vida.
Y aquel Pedro, el don nadie emigrante con el don de la palabra propia y extraña, tenía un oído muy fino para captar conversaciones ajenas en metros, bares y bambalinas. Pero como decía Neruda, “nosotros los del entonces ya no somos los mismos”.....
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