Cuando llegamos al caracol aquí en La Realidad, sin que nadie nos lo dijera empezamos a hablar en susurros.

Quedo hablaba nuestro dolor, quedito nuestra rabia. (Subcomandante Marcos)

sábado, 24 de diciembre de 2011

Mundo Laboral. (Es posible decir Feliz Navidad?)

No son estos buenos tiempos para las personas sencillas, entendiendo por tales a los/as trabajadoras del día a día., es decir, la mayoría de nosotros. Y no parece que esto vaya a mejorar en un futuro inmediato. Cualquiera con dos dedos de frente (incluso con menos) sabe que las "medidas" que toma el gobierno ( y los "gobiernillos" menores, es decir autonómicos) no van a crear empleo en absoluto (estás destinadas solamente a reducir el "déficit", con la finalidad de poder pagar la deuda) al contrario contribuirán a aumentar el número de parados. Menor contratación (estatal y autonómica) = Más paro. Más horas trabajadas (los funcionarios) = Más paro. Reducción de salarios = Menos consumo = Menos ventas = Más paro. Y así...
Está reflexión viene a cuento de un escrito que me encuentro de un tal Onésimo Alvarez-Moro, que se titula:


Cinco cosas que me gustaría haber sabido antes de perder mi trabajo


En estos tiempos de alto desempleo y de larga duración del tiempo de desempleo, muchos de nosotros nos encontramos en paro o nos podemos encontrar en paro en cualquier momento. Como la puerta al paro no está tan lejos y con las dificultades para reintegrarse al mercado de trabajo, es bueno estar lo mejor preparado posible para hacer frente a los golpes emocionales y profesionales que resultan y también para llegar al siguiente paso de la carrera profesional.
Por eso me interesó la lista de las cinco cosas que me gustaría haber sabido antes de perder mi trabajo que nos dan, y que explican brevemente en el artículo vinculado, que son las siguientes:
  1. No es fácil retroceder en las aspiraciones.
  2. Los lujos no ofrecen lo que uno piensa.
  3. Acostúmbrate a ser invisible y a no tener voz.
  4. Despertarse es fácil, lo difícil es conseguir dormir.
  5. No hay que subestimar la generosidad de la familia y de los amigos
Como suele pasar en estas situaciones, no nos damos cuenta de las cosas hasta que sea demasiado tarde, como mínimo nos enteramos más tarde de lo que gustaría. Conociéndolas antes, quizás nos haría pensar antes y prepararnos para que los impactos que vendrán no sean tan negativos y para que estemos mejor preparados para afrontarlos. Hay muchas cosas que se pueden hacer, incluso mientras uno todavía tiene trabajo y este es el objetivo principal de este tipo de artículos

1 comentario:

  1. Otra cosa es como se ha creado y gestionado esa deuda. Mala gestión es lo más suave que se me ocurre, yo diría estafa, expolio, robo descarado. Gestores públicos delincuentes ( a los que nadie parece querer meter mano)

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