Cuando llegamos al caracol aquí en La Realidad, sin que nadie nos lo dijera empezamos a hablar en susurros.

Quedo hablaba nuestro dolor, quedito nuestra rabia. (Subcomandante Marcos)

jueves, 2 de febrero de 2012

Uncastillo (Zaragoza) hace 75 años.

Uncastillo es un pueblo que hemos visitado hace poco. En navidades. Recorrimos unos cuantos pueblos de la comarca llamada "Las cinco villas". Románico en el pre-pirineo aragonés. Uncastillo es uno de ellos.
Recorriendo el pueblo, encontramos el ayuntamiento. Una costumbre nuestra es que, si podemos, visitamos el ayuntamiento en los pueblos y ciudades por donde pasamos. En Uncastillo, frente a un tablón de anuncios, trabamos conversación con un paisano. Nos invito a subir a la sala de plenos y nos fue contando cosas de su pueblo cuando el era joven (ya estaba jubilado). En un momento determinado, nos señaló una puerta en un rincón oscuro del zaguán, entrando, a la derecha.
-Esa era la cárcel.....
Uncastillo desde la iglesia  San Juan.
-¿La cárcel en el ayuntamiento?
-Sí, antiguamente la usaron mucho....
Se despidió, diciéndonos antes de irse, que si queríamos verla que hablásemos con el alguacil (andaba por allí grapeando bandos y anuncios en tablones y puertas). Lo dejamos estar.
 Hoy, al hilo del juicio al juez Garzón, encuentro un relato sobre lo que paso en Uncastillo, hace más de 75 años ya.
Mientras lo leo, no puedo quitarme de la cabeza, la cárcel de Uncastillo, el paisano que nos contaba cosas de su pueblo a media voz, como callando más de lo que contaba, y la sonrisa socarrona del municipal, de un lado para otro con su grapadora.
Esta es la historia...

Jesús no quería llorar ante los jueces

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