Por méritos propios, la Noemí se ha ganado el prestigioso (que no honroso) premio.
Existe un lugar en la televisión en el que la charla carajillera se convierte en espectáculo. Donde se habla durante horas sin decir absolutamente nada. Donde haberte arrimado una miaja a un torero en un ascensor te convierte en la estrella invitada de la noche. Donde los contertulios – parroquianos saben de todo. Un lugar en el que aunque siempre pasa lo mismo la cámara suele llegar tarde y muestra al enterado de turno de pie, ya en silencio. Pero manteniendo aun su pose de “he dicho” de “la elocuencia no es nada si no te cagas en la puta madre de alguien” de “no sé de qué coño va esto pero no sólo no dejaré de hablar si no que lo haré aun más fuerte”.
A ese lugar se le llama "Sálvame de Luxe"pero es España, queridos lectores. Bájense a cualquier tasca para mayor información y ya que van saquen tabaco que dicen que va a volver a subir. Noemí Martínez, hasta hace poco una desconocida concejala del PP del ayuntamiento de Manises, lo sabe y por eso se piró a medias de un pleno del ayuntamiento para ir de público a “Sálvame de Luxe”. Y una mierda, dirán ustedes. Razón no les falta. La versión del ayuntamiento es que lo hizo para acompañar a un grupo de vecinos que es bien sabido por todos que los grupos de vecinos, así en general, son muy cazurros y se pierden en la capital si no los acompaña una abnegada concejala. Abnegada concejala que aunque no ha tardado en escaquearse del ayuntamiento cobrará sus buenos 35.900 euros anuales. Abnegada concejala que abandonó el segundo pleno de su vida, visto uno vistos todos, debió pensar, para sentarse justo detrás de Kiko Matamoros y que la pudieran ver bien todos en el pueblo.
Hala, puede ir pasando a recoger su diploma, Doña Noemí. Gilipollas de la semana para usted. Así tendrá otra cosa que contar. Si es que ser concejala es un no parar.
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