Cuando llegamos al caracol aquí en La Realidad, sin que nadie nos lo dijera empezamos a hablar en susurros.

Quedo hablaba nuestro dolor, quedito nuestra rabia. (Subcomandante Marcos)

lunes, 23 de agosto de 2010

Estany en la playa

Las bonitas aventuras de Estany en una playa de la comunidad

(el jura que es cierto)

Pillado del Blog "El naranjito mecanico"

Los buceadores y sus farsas

La historia de hoy representa uno de los momentos más absurdos y surrealistas (no, no es suBrrealistas amigos, qué cosas) que he podido ver en una playa. Y de eso entiendo porque las cosas absurdas y las playas son de lo que más me gusta en esta vida, quizás no la playa-de-verano, es decir, la playa que no se ve porque encima de ella hay miles de sombrillas y personas que luchan por espacios de arena que rodear con barricadas para que las olas no les jodan.
Me gusta la playa, y por eso bajo a partir de las 8 de la tarde cuando ya no hay sol y sobre todo, personas, “Oh Estany ya estás con tus locuras forzadas para parecer interesante”, porque claro esta explicación es mucho más creíble y racional a que lo lleve haciendo desde que tengo uso de razón y no demuestra además un exceso de ego por la parte que se cree que la quiero impresionar, y por eso son los mismos que me dicen “te gusta la playa pero no se nota eh, usa cabinas de rayos uva o algo” observando mi blanco nuclear (otras dos palabras que sólo se usan unidas) y yo digo "pero lo tuyo es mas jodido que no hay cabinas de rayos antigilipollas o algo”, y la culpa la tengo yo luego porque soy poco cordial. Al turrón.

Esquema hecho en tiempo récord del lugar donde se desarrolla la tragedia (Playa de la Mata), para una mejor comprensión del lector. Click para ampliar

Me estaba yo bañando y serían eso de las 9, el mar estaba tranquilo aunque con alguna ola y corriente y seriamos cuatro personas dentro del agua, cuando, entre
chapuzón y aguadilla observo a lo lejos unas luces azules en el paseo correspondientes a un coche de policía, al que enseguida sigue otro, del que bajan unos 5 agentes y se disponen a adentrarse en la playa cerca de mi zona de baño. Yo sigo nadando, ya un poco mosqueado por ver qué pasaba, hasta que ya empiezan a pitar y a hacer aspavientos en mi dirección, por lo que salgo del agua un poco confuso y asustado.
Piso la orilla y miro hacia atrás "¿Pasa algo? -le pregunto alarmado a una señora que habla con un agente- ¿tiburones? ¿Godzilla?"
La mujer me mira seria, "un hombre parece que no puede salir", me señala un bulto a lo lejos.
Lo busco, "¿ese? Ha pasado antes cerca de donde yo estaba. Creo que solo está buceando" le digo. La mujer me escucha pensativa, vuelve a mirar a la lejanía del mar y ahora duda, “ es que a veces se le ve- afirma- y a veces no”.
"Es lo que tiene el mundo del buceo, que está lleno de farsantes" (pienso pero no digo).

Los ruidos de los policías, las luces del coche y el morbo de la gente han ido congregando a personas en el paseo, que observan, esperando el momento en el que se saquen los cadáveres.

Tras unos momentos de reflexión, mi versión parece encajarle definitivamente a la señora,“díselo a los policías”, me dice muy resolutiva, que siguen pitando y haciendo gestos sintiéndose ya un poco idiotas, o me lo parece a mí.

"¿Y si se está ahogando de verdad, señora?" -Le digo, pensando en las consecuencias. Pero al final voy, porque no tengo personalidad pero sí ansias de protagonismo.

"Hoygan", les digo, mirando al más joven de ellos "si la emergencia es por ese hombre, estaba buceando por donde yo estaba hace unos momentos y no parecía tener problemas".

Los policías me miran, aburridos,
“si ya, -comienza a decirme el polismen de más edad- pero nos han llamado y tenemos que asegurarnos, joven”. “Lo veo correcto, señor” me apresuro a decir, que la autoridad me impone mucho. "No llevarán unos malos prismáticos, ¿verdad?"(pienso pero no digo)

"Es que estaba haciendo gestos, ¿sabe usted?" Dice el hombre-que-llamó, al policía, tratando de justificarse así mismo. "¿Gestos como si buceara?" Le pregunto. Me miran mal. Me callo.

En esto llega otro coche de la guardia civil, ya no va cabiendo un alma en el paseo, y visto que los policías no se han traído traje de baño y no pueden acercarse
a preguntar, los que estamos en la arena comenzamos a mirarnos unos a otros y yo empiezo a pensar “Si yo fuera jack de perdidos, debería ir nadando a ver si el hombre está bien o qué pasa. Claro que por suerte soy diabético”.

Mientras que la policía no sabe qué hacer, si mojarse y quedar como idiotas o simplemente seguir pitando mas fuerte, que por algo llevan el pito, digo yo; en este ambiente de tensión y miradas incómodas, escuchamos un chapuzón, miramos a la derecha y observamos a una mujer fornida que no aguantaba mas tanta gilipollez y se lanza a por el hombre buceador.
Esta acción nos deja un poco estupefactos a todos, a todos menos al guardia más joven, que, recordando su entrenamiento, gira su cuerpo para seguir pitando, ahora en dirección a la señora, que parece que ha sido medalla olímpica en algo y se va perdiendo en el horizonte… aunque con la mala suerte de ir siguiendo una trayectoria que se aparta bastante de la del buceador, que con todo esto ya ha ido saliendo del agua.

-No me jodas...- Dice el policía mayor. Yo me río un poco. Un hippie con una tabla anima a la señora. El buceador se acerca más a la orilla. El hombre-que-llamó se siente peor. Llega otro coche de policía. La gente del paseo no cabe en sí de intriga. El Madrid ficha a Ozil.

Mientras la mujer se aleja nadando, el buceador, que ya ha llegado a la zona donde se bañan niños y ancianos incontinentes, mira un poco hacia la orilla, se pone de pie, y, ante el despliegue de gente y autoridades que miran en su dirección
SE DA LA VUELTA en busca, seguramente, de tiburones, godzilla, o de un mínimo de comprensión. Yo me río otra vez.
El hippie con tabla sale, ahora sí, tras llegar a un acuerdo con la policia (
“no se te ocurra ahogarte que se nos cae el pelo”) navega hasta la mujer, que se ha ido perdiendo en la lejanía.

Entre estas el policía senior le pide explicaciones al buceador, que no sabe
ni puede dárselas, y saca una de las armas mas mortales de los policías, una libreta, para apuntar sus datos
¿“Van a multarle en serio?" Pregunto yo. "No - me explica otro- es algo rutinario (como en las películas, pienso otra vez, pero no digo), para dar fe de que hemos estado aquí por algo.
El buceador no sabe donde meterse y pide perdón viendo la que se ha montado, así resumiendo: 3 coches de policía, 12 fuerzas de la autoridad, miles de personas observando un rescate que ni siquiera existe y una mujer heroica que se ha confundido.
Pero ya todo acaba, vuelve el hippie con tabla y mujer,
la gente aplaude. Yo miro para atrás fascinado, "parece esto una película de berlanga" le digo a la mujer de la foto2 que se descojona.
Un policía cancela los refuerzos. Es una pena, no veremos helicópteros.

El policía más joven se queda echándole una bronca de campeonato a la Jack femenina, que no puede con su alma, y el hombre-que-hizo-la-llamada trata de excusarse más aun, aunque ya nadie le presta atención, y como veo que el espectáculo ya se ha acabado me dirijo al paseo con sonrisa de esas que ponen en los mangas de “sabe algo que no sabemos”. Un hombre me pregunta, como era de esperar y yo le digo
“pues verá, ha sido todo muy absurdo, han ido a ayudar a alguien que no necesitaba ayuda y luego a su vez han ido a por esa persona todo con pitidos y gente aplaudiendo”.
¿Pero todos están bien?”- me pregunta sin entender. "Si, claro" "Oh.", responde como decepcionado. Le comprendo.

Y así acaba esta historia que se podría haber solucionado con unos simples prismáticos, aunque es reconfortante saber que si un día me voy a bucear y llaman a las autoridades porque creen que me estoy ahogando, un montón de policías unirán sus pitidos para luego abroncarme sin motivos aparentes y asegurarse de que he entendido que no hay que, no sé, provocar a la gente. Y si pensáis que lo importante es que realmente no hubo fallecidos os equivocáis, lo importante para mí es que al día siguiente, cuando voy a coger mi toalla, mi madre me dice“báñate con cuidado, que ayer tarde ya tuvieron que sacar a uno, que yo lo vi”.

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